Cuando pensamos en “ver bien”, solemos imaginar una imagen clara y nítida. Pero la visión va mucho más allá de eso. Y es aquí donde entra en juego la terapia visual. Ver no es solo cuestión de ojos, sino también de cerebro, atención y coordinación.
En realidad, la visión es un proceso complejo en el que los ojos, el cerebro y el cuerpo trabajan en equipo para interpretar correctamente lo que vemos.
Cuando alguna de estas habilidades falla, pueden aparecer dificultades en la lectura, la escritura o la concentración… aunque la vista, aparentemente, sea perfecta.
¿Qué es la terapia visual?
La terapia visual es un tratamiento personalizado que utiliza ejercicios y actividades diseñadas para mejorar las habilidades visuales.
A diferencia de unas simples gafas, que corrigen el enfoque, la terapia visual entrena la conexión entre los ojos y el cerebro, fortaleciendo la manera en que trabajamos con la información visual.
Se realiza de forma progresiva, individualizada y en un ambiente de juego y aprendizaje, lo que la convierte en una experiencia divertida y efectiva, especialmente para los niños.
Durante las sesiones, se emplean materiales específicos (lentes, prismas, pelotas, luces, tableros de coordinación, etc.) y se refuerzan en casa con ejercicios adaptados al ritmo de cada niño.
¿Cuándo puede ayudar la terapia visual?
La terapia visual puede ser muy útil en diversos casos donde las habilidades visuales no funcionan de forma coordinada.
Algunas de las situaciones más comunes son:
- Ambliopía (ojo vago): cuando un ojo ve menos que el otro, aunque esté sano físicamente.
- Problemas de convergencia: dificultad para enfocar de cerca o mantener la vista fija durante la lectura.
- Problemas de coordinación ojo-mano: afectan la escritura, el deporte o las actividades que requieren precisión.
- Dificultades de lectura y comprensión: el niño se salta líneas, se cansa al leer o pierde el hilo del texto.
- Fatiga visual o falta de concentración: especialmente en niños que pasan mucho tiempo con pantallas o tareas de cerca.
En todos estos casos, la terapia visual entrena al sistema visual para trabajar de forma más eficiente y estable, reduciendo los síntomas y mejorando la capacidad de aprendizaje.
Beneficios de la terapia visual
Los resultados de un buen programa de terapia visual son visibles tanto en el aula como en casa:
- Mejora de la concentración y la atención visual.
- Reducción de la fatiga y el cansancio ocular.
- Mayor agilidad para leer y escribir.
- Mejor coordinación y rendimiento en deportes.
- Incremento de la confianza y la autoestima.
En definitiva, los niños aprenden mejor porque su sistema visual aprende a funcionar mejor.
Y eso se traduce en mayor seguridad, mejores resultados escolares y una actitud más positiva hacia el aprendizaje.
Terapia visual en Federópticos Audiocentro Tarancón
En Federópticos Audiocentro Tarancón, nuestras optometristas especializadas en terapia visual —Belén y Bea— trabajan con programas personalizados adaptados a las necesidades de cada niño.
Cada plan combina sesiones en gabinete con ejercicios para casa, para que la mejora sea continua y natural.
Creemos que ver bien no es suficiente: hay que aprender a usar la visión de forma eficiente y consciente.
Por eso, acompañamos a las familias durante todo el proceso, resolviendo dudas, motivando y celebrando cada pequeño avance.
Ver bien es aprender mejor
Si tu hijo se distrae fácilmente, se acerca mucho al papel, lee despacio o se queja de cansancio visual, no lo dejes pasar.
Podría tratarse de un problema de habilidades visuales que puede resolverse con terapia visual.
Pide una cita y te ayudaremos a descubrir el poder de sus ojos.
Federópticos Audiocentro Tarancón
969 32 05 88
Porque ver bien es importante, pero entender lo que se ve… lo cambia todo.


